jueves, 17 de julio de 2008

UN TORO FUNCIONARIO PUBLICO

El Toro

Un campesino tenía un toro reproductor, el mejor de la región. Los hacendados locales comenzaron a alquilarlo para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce salían los mejores becerros. Además era rendidor y rápido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca, y parecía que nunca se cansara de engendrar.

Un día los hacendados se reunieron y decidieron comprar el toro para no depender más del campesino. El campesino, que no quería perder su fuente de ingresos, dió una cifra absurda para que fuera rechazada. Los hacendados se quejaron al alcalde por el precio del animal, y éste, sensibilizado por el problema, compró el toro con fondos municipales, registrándolo como patrimonio municipal y poniéndolo al servicio de toda la comunidad.

El día de la inauguración de los servicios, los hacendados trajeron sus vacas para que el toro las preñara. Le pusieron la primera, y nada. "Debe ser la vaca" - dijo uno - "es muy flaca". Le trajeron una gran campeona holandesa, el toro la olfateó, y nada. Le pasaron el rodeo entero pero el toro ni se inmutó.

El alcalde furioso llamó al exdueño y lo increpó a solucionar el problema... pues se había gastado el dinero de los contribuyentes y no quería pensar que todo fuera una estafa más.

El campesino se acercó al toro y le habló al oído: "¡Qué haces hermano!, ¿no quieres trabajar?"

El toro lo miró largamente y desperezándose le respondió:
"¡¡No me jodas, hermano!!... ¡¡Ahora soy funcionario público!!

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