Dice el saber popular que pisar una mierda trae suerte. Creo que es algo un tanto discutible. Si bien es cierto que hallándonos en medio de un prado kosovar es preferible pisar una jugosa plasta de vaca por esquivar una mina antipersona, no lo es menos que el nivel de preocupación después de pisar una u otra cosa es radicalmente distinto. Limpiar los restos de excrementos del dibujo de una suela es un incordio y, en cambio, cuando tus zapatos han acabado en lo alto de un campanario cercano tus preocupaciones han dejado de serlo. Ténganlo en cuenta la próxima vez que paseen por un prado kosovar.
Y volviendo al saber popular, la mierda (y otras secreciones) abundan en el refranero. Lo que seguramente no conocen son sentencias de sabiduría oriental en las que se aborde el tema. Pero un servidor sí, y va a compartirlas con ustedes:
Si metes la pata, sácala y sigue andando, el camino está lleno de cacas esperando a ser pisadas. Confucio.
Si pisas una caca, no te limpies, al doblar la esquina te espera una más grande. Versión taoísta.
Si te encuentras veinte cacas al día y pisas una al día, olerás siempre a caca. Versión budista.
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