miércoles, 2 de septiembre de 2009

AL QUE MADRUGA DIOS LE AYUDA

Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice café, agarre mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje parano despertar a mi mujer, puse los palos en el carro, y procedí asacarlo del garaje bajo una lluvia torrencial.
Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kilómetros por hora, Volví a entrar el carro al garaje, puse la radio y me enteré deque el mal tiempo iba a durar todo el día... Que decepción!

Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente para no despertar a mi mujer y me deslicé dentro de la cama.

Despacito me arrunché contra su espalda, le puse la mano en la nalguita y le susurré al oído: 'El tiempo afuera está horrible mi amor'.

Ella me contestó medio dormida:

'Ya lo sé. ¿Puedes creer que el güevón de mi marido se fue a jugar golf?'

Nota: También aplica para los que salen a correr temprano, a caminar, al gimnasio, a mercal, a trabajar... etc, etc, etc

Siga madrugando…siga madrugando...

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